El tema de los derechos de autor parece que le quita el sueño a más de uno. Si no, no se explica como es posible que en España se haya aprobado una ley con la que se recaudan fondos para una empresa independiente del Gobierno (la Sociedad General de Autores y Editores) y no se controle lo que se hace con esos impuestos que les pagamos. Esto sucede porque al parecer Amenábar y compañía no deben llegar a fin de mes y necesitan que, como a lo mejor vamos a usar un aparato como ¡una cámara de fotos! para piratearles su trabajo, les paguemos un poquito por cada cacharro que compremos que pueda ser técnicamente (a veces ni eso) susceptible de ser usado como herramienta para "piratear".
Curiosamente, con el dinero que se recauda con el famoso "Canon Digital" (y que está puesto teóricamente para poder dar mejores subvenciones desde la SGAE a nuevos talentos y jóvenes artistas que comienzan, para ayudarles a desarrollar su arte) no sabemos que se hace. Bueno, sabemos qué no se hace, que es precisamente lo que decían que iban a hacer, porque para que te concedan una ayuda de verdad te piden tantos requisitos que en realidad los que los cumplen, normalmente, son los que menos las necesitan.
Este es un gran ejemplo de cómo se intenta defender la industria, que se ve atacada e indefensa ante la libertad de movimientos de los ciudadanos por la Red. Los que permanecen fieles al modelo industrial clásico ven como el chollo se les va terminando y lloran y patalean pidiendo más y más a cambio de nada y acusando a un sistema totalmente libre de ser un pirata y un delincuente. Pero, ¿quién es realmente el pirata aquí? Y además, si ya estamos pagando derechos de autor en cosas que es ridículo que se graven con un impuesto dirigido a la SGAE, quién puede decirme entonces que no descargue música o pélículas. Si en realidad lo pago todo: los derechos de autor, la conexión a Internet, el hadware para conectarme... El negocio es redondo para muchas empresas, sin embargo nos hacen sentir como si fuéramos delincuentes, y todo porque se han dado cuenta de como va esto tarde.
El Chollo
Es que pagamos más derechos de autor ahora que cuando todo el mundo que quería un disco lo compraba. Porque se hace la cuenta con las descargas que se hacen (imposible de calcular) y te dicen que si tienes 20.000 canciones en el iPod [video] eres un enfermo (palabra de Ramoncín). Pero, ¿realmente habrías comprado todas esas canciones de no existir el eMule? Todos sabemos que no. Escucharías solo lo que realmente crees que te gusta y que por tanto te compras. Pero está comprobado que la mayoría de la gente que es seguidora de un grupo sigue comprando sus discos a pesar de poder bajárselos "gratis", o de incluso tenerlos ya bajados. Por lo que es fácil pensar que en realidad no son tantas las pérdidas que dicen tener los autores.
Y las grandes productoras, ¿qué? Pero si son ellos los que nos vendieron los masters digitales, nos vendieron el soporte virgen y la máquina para copiar esos masters, vamos, los CDs y DVDs. ¿De qué se quejan? Venden algo menos de contenido acabado, pero al cambio venden miles de otros productos que les reportan mayores beneficios.
No es tan grave el tema de los derechos de autor, al menos no para los artistas famosos y millonarios, que son a los únicos que se les oye quejarse por la piratería (como si Ramoncín les hubiera gravado a fuego esa idea en la mente) -o Bustamente, que surgió en plena "crisis" de la industria musical y ahora está "hiperforrado" de Euros; pero ¿ cómo puede ser con tanto pirata suelto?
Por desgracia, son los artistas que empiezan y que se quieren dar a conocer los más afectados por el tema de la piratería, y muchos de ellos han encontrado la solución renunciando al Copyright y dando facilidades a los demás usuarios a que aprovechen su obra de forma legal. De esta manera están consiguiendo beneficios por otros caminos que no son únicamente el de la venta directa del producto, y uno de los más valorados es el del reconocimiento y el conocimiento. Porque una de las cosas más costosas hasta ahora (y sigue siéndolo) es ser reconocido por ser bueno en lo que te dedicas. Antes sólo existía la posibilidad de hacerte un hueco si pasabas por los filtros de viabilidad económica de los productores, los cuales sólo saben si algo se puede vender o no. Ahora, gracias a sistemas como el Copyleft son los espectadores y los propios artistas los que se valoran entre ellos y se hacen un nombre. El que destaca entre profesionales de su campo es realmente el que se merece un puesto de honor, y no el que ha sido capaz de caer bien al productor de turno o ha entrado en la academia mediática del momento.
